La repetición de las elecciones griegas parece que desbloqueará definitivamente el rompecabezas heleno, aunque el resultado deja un parlamento muy fragmentado y a la espera de un acuerdo de coalición para formar gobierno entre los vencedores de los comicios, los conservadores de Nueva Democracia, y muy probablemente los socialistas del Pasok, que sale como tercera fuerza política.

Sobran razones para creer en dicho pacto. Ambos gobiernan en el país de forma alterna desde el fin de la dictadura hace ya cuatro década y ya formaron pareja en el Ejecutivo desde noviembre de 2011. Y lo que es más importante, son las únicas formaciones que abogan por mantener el rescate y, por tanto, han mostrado su disposición a continuar con el memorándum de austeridad pactado por ellos mismos con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

El acuerdo contaría así con el beneplácito de los socios europeos, que respirarían tranquilos con la victoria de los partidos prorescate. El futuro presidente, el conservador Antonis Samaras, ha dejado clara su postura. «Ya no hay dudas sobre la posición de Grecia en Europa», declaraba tras conocer los resultados. «El pueblo heleno ha votado por la permanencia del país en la eurozona”.

No obstante, Nueva Democracia y el Pasok apuestan por pedir a la UE más tiempo y la reestructuración del duro programa de ajuste. Un respiro que Alemania está dispuesta a concederle. El vicecanciller, Guido Westerwelle, aseguraba antes de conocer los resultados definitivos aunque «no puede haber cambios sustanciales en los compromisos», «puedo imaginar sin problema que negociemos de nuevo los plazos», señaló la mano derecha de Angela Merkel.

Los 50 escaños extra desbloquean el rompecabezas

La claúsula incluida en estas elecciones, tras el bloqueo de los comicios de mayo, ha conseguido su objetivo: que no se repitieran nuevamente las votaciones y, por tanto, que fuera posible una coalición de gobierno. Los 50 escaños adicionales que ha recibido Nueva Democracia como vencedora permite a los conservadores negociar una mayoría holgada con los socialistas.

El Pasok tendrá la llave para la estabilidad política del país, aunque su líder, Evangelos Venizelos, ha abierto la posibilidad a un acuerdo más amplio. Venizelos ha invitado a la segunda fuerza, la izquierda radical Syriza, y a la Izquierda Democrática, penúltima tras la extrema derecha, a que se unan en un gran gobierno de unidad nacional si están dispuestas a renunciar a sus aspiraciones de desligarse del rescate de la ‘troika’.

Syriza rechaza entrar en el gobierno

Una opción que la izquierda radical no está dispuesta a aceptar, pues ambos partidos representan la política tradicional que arrastrado al país hasta la actual situación. El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ya ha reconocido la derrota pero ha recordado que las formaciones contrarias al rescate han conseguido sumar más votos.

«El resultado de las elecciones implica una oposición clara al memorándum. La anulación de las medidas de austeridad es la única opción viable para Europa», ha afirmado Tsipras en su primera intervención tras conocerse los resultados. «La negativa al memorándum es una orden clara y repetida que viene del pueblo», ha argumentado.

«Estaremos presentes desde la posición de principal partido de la oposición», ha dejado claro el líder radical, por lo que el pacto de coalición entre conservadores y socialistas parece más cerca.

El Eurogrupo también se ha pronunciado y ha abogado por la rápida formación del nuevo gobierno que cumpla con el plan de austeridad pactado con Bruselas, señalaron en un comunicado los socios europeos.

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