Miles de manifestantes se congregaron en la embajada japonesa en Beijing este sábado, lanzando piedras y botellas contra el edificio y quemando banderas japonesas. Los manifestantes exigieron que Japón abandone su pretensión de las islas en disputaen el Mar del Sur de China.

El conflicto se agravó a principios de esta semana, cuando Japón anunció sus planes para comprar las islas a sus propietarios privados. Japón comprará tres de las islas deshabitadas a una familia japonesa que reconoce como legítima propietaria de la tierra, dijo el secretario del gabinete Osamu Fujimura.

China no reconoce la reclamación de Japón de las islas, conocida por los japoneses como Senkaku y como Diaoyu para los chinos. Taiwán también ha reclamado la propiedad del territorio.

La venta se estima en unos ¥ 2,050,000,000 ($26 millones). La Guardia Costera japonesa mantendrá el control administrativo sobre el archipiélago, que se encuentra en medio de una ruta marítima importante yse cree que está sentada sobre depósitos de valiosos recursos.

China respondió al anuncio de Japón al afirmar que “nunca cederá un centímetro” de las islas.

Durante la manifestación del sábado en Beijing, uno de los manifestantes sostenía un cartel con el lema provocativo, “Por el respeto de la patria, tenemos que ir a la guerra con Japón“, informó Reuters.

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