Nada más subir al poder, el socialdemócrata François Hollande cumplía con sus promesas electorales y se embarcaba en una reforma fiscal que incluía una subida de impuestos a los más ricos de cara a 2013.
Este sábado, el Consejo Constitucional de Francia ha invalidado el impuesto excepcional del 75% a los ingresos anuales superiores a un millón de euros.
Tras conocer el texto del órgano que se encarga de verificar la constitucionalidad de las leyes, el Gobierno francés ha anunciado que presentará un nuevo texto sobre materia fiscal que “cumpla con lo establecido”.
La medida acordada, advertía el Consejo, implica un “desconocimiento de la igualdad ante las cargas públicas”, ha informado en un comunicado el Consejo Constitucional, que se ha pronunciado ante el recurso presentado el pasado 20 de diciembre por el principal partido de oposición, la derechista Unión por un Movimiento Popular (UMP).
La argumentación del Gobierno francés, sin embargo, se basa en que los impuestos reales que pagan las clases más altas no pueden seguir siendo inferiores al de la mayoría de los ciudadanos franceses, por lo que los ingresos anuales superiores a un millón de euros deberían asumir una impuesto excepcional del 75%.
Además, el Consejo -que garantizan la constitucionalidad de las leyes- también ha rechazado las modalidades de cálculo del techo del Impuesto sobre la Fortuna (ISF), en particular la integración de los ingresos o beneficios del capital, que “el contribuyente no ha realizado”.
Las resoluciones de este órgano son obligatorias para los poderes públicos y para todas las autoridades administrativas y jurisdiccionales. No son en ningún caso recurribles.
Agencias
