El paro en Portugal se situó en el primer trimestre de este año en el 14,9 por ciento, dos puntos y medio más que hace justo un año y muy por encima de los cálculos iniciales del Gobierno luso, de signo conservador, cuyas estimaciones hablaban en octubre de una tasa media del 13,4 por ciento para 2012.
Un año después de la firma del memorándum de entendimiento con la llamada “troika”, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), en Portugal hay más recesión y más desempleo. Según los últimos datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el paro alcanzó durante el primer trimestre de este año el 14,9 por ciento, lo que en la práctica se traduce en más de un millón de trabajadores sin empleo. Por sectores, los más afectados siguen siendo los jóvenes entre 15 y 24 años, que registran una tasa de paro del 36,2 por ciento. El Algarve, al sur de Portugal, una de las zonas más turísticas del país, es la que sufre un mayor desempleo, con un 20 por ciento.
El paro es el problema más grave al que se enfrenta en estos momentos Portugal, que además registra una contracción económica muy superior a la de mayo del año pasado. Entonces la economía lusa, con un crecimiento del 0,7 por ciento entraba en recesión técnica. Los recortes sociales impuestos por el gobierno conservador hasta ahora, bajo presión de la “troika”, han disparado la recesión por encima del 3,3 por ciento este año, según los últimos cálculos de la Comisión Europea, que son peores que las estimativas del verano pasado.
La caída abrupta del consumo interno es la principal responsable del aumento del desempleo y la recesión, a pesar de que Portugal ha registrado un aumento de las exportaciones.
En menos de un año, el gobierno portugués ha aumentado los impuestos y ha reducido los derechos de los trabajadores de forma drástica.
En concreto, los funcionarios públicos y jubilados que ganen a partir de los 600 euros mensuales no volverán a tener pagas extraordinarias completas hasta 2018, y a partir del próximo año, se eliminan del calendario laboral cuatro festivos. También se ha aprobado una reforma laboral en la que se facilita y abarata el despido, así como se reducen las ayudas por desempleo.
En materia de impuestos, la luz y el gas pasaron de tener un IVA del 6 al 23 por ciento en octubre pasado, y desde enero de este año también subió el IVA de los restaurantes, del 13 al 23 por ciento, así como otros productos de la cesta de la compra. En agosto, aumentaron los transportes un 15 por ciento, y en noviembre entraron en vigor los peajes en varias autovías gratuitas portuguesas, medida a la que se suma una constante subida del precio de la gasolina, que ronda el 1,70 euros por litro.