El proyecto de Uruguay de legalizar la marihuana va en el sentido correcto pero falla en su concepción al proponer un monopolio estatal de la planta, dijo este jueves el director de la mayor organización en Estados Unidos en favor de la despenalización.
«Es muy inusual que un gobierno esté involucrado en el monopolio de la producción de cualquier materia prima, en cualquier producto agrícola», dijo a AFP Ethan Nadelmann, líder de Drug Policy Alliance (DPA, alianza para una política en materia de drogas).
«A menudo esto conduce a una ausencia de control de calidad o diversidad», explicó, si bien insistió en el apoyo de su organización, que lleva 20 años abogando por descriminalizar la marihuana en Estados Unidos, a la «audaz» propuesta uruguaya.
Actualmente, el consumo y la tenencia para uso personal de marihuana no están penalizados en Uruguay, aunque sí lo está la comercialización.
El proyecto de legalización, anunciado el miércoles por el presidente José Mujica y que aún debe ser estudiado por el Parlamento, implica que la droga sea producida y vendida bajo control estatal.
«Uruguay va en el sentido correcto al eliminar la penalización a los consumidores, pero el diablo está en los detalles», dijo Nadelmann.
«Un monopolio estatal raramente es la mejor forma de regulación», continuó el director del organismo no gubernamental que promueve el uso responsable de la droga y su abordaje como un problema de salud pública y no penal.
Nadelmann recomendó a Uruguay «mirar de cerca modelos existentes como los cafés de Holanda, los clubes sociales de España y los dispensarios de marihuana medicinal en Estados Unidos», donde la producción y distribución se manejan a nivel privado.
«El verdadero problema es la calidad y diversidad del producto que un monopolio estatal puede proveer», explicó.
Además, «en todo el mundo millones de personas cultivan su propia marihuana» y estos pequeños productores difícilmente aceptarían un control estatal.
En general, la gente acepta que el gobierno tenga el monopolio de las armas nucleares, dijo Nadelmann como ejemplo, «pero en esta área no es lo mejor».
No obstante, aunque «la propuesta tiene tal vez algunas fallas, su motivación y principios están en el buen camino», dijo, felicitando la propuesta de Mujica.
La legalización «definitivamente ayudará» a combatir el narcotráfico, «porque proveerá una fuente alternativa» siempre que el gobierno pueda ofrecer un buen producto a un precio razonable, afirmó.
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