La zanahoria es una joya nutricional como hemos visto en 13 motivos para comerlas y más. Pero, a excepción de cuando las tomamos crudas, suelen ser un ingrediente secundario en las recetas, y es una pena porque con ellas como protagonistas también podemos degustar estupendos platos.

Por eso cuando mi padre trajo de su huerta un manojo de zanahorias casi baby, no quise echarlas alzumo o al puré, y decidí elaborar esta receta de zanahorias confitadas con albaricoques. Original, fácil y muy rica con el toque agriculce:

Ingredientes

Elaboración

1. Pelamos las zanahorias y les quitamos el rabito y la punta. Si son pequeñas las dejamos enteras, si no, podemos trocearlas. Recordamos las 2 formas de picar zanahorias

2. Picamos la cebolla y los orejones en trozos muy pequeñitos

3. Pochamos la cebolla con sal en una sartén con el fondo cubierto ligeramenre con aceite uno 10′.

4. Añadimos los orejones y seguimos cociendo 5′ más.

5. Incorporamos las zanahorias, el vinagre, las hojas de menta picaditas y cubrimos con agua por completo y un pelin más. Cocemos unos 40′ en que se habrá evaporado el agua y ablandado las zanahorias. Si no es así, es necesario aumentar el agua y el tiempo

6. Espolvoremos con sésamo y ya podemos servir las zanahorias con la verdurita de acompañamiento osi preferirmos salsa, tenemos que batir la cebolla y el orejón con un poco de agua.

7. Las zanahorias confitadas pueden ser un un plato en si mismo o la guarnición de una proteína, arroz u otro cereal hervido, para una pizza suave de queso, y lo que se nos ocurra.

Fuente