Nos encontramos ante dos escenarios posibles. Si los gobiernos del mundo continúan violando los principios republicanos, y alimentando la crisis mundial con rescates, y profundizando la amenaza de guerra nuclear, la civilización no sobrevivirá. Por el otro lado, si las naciones se suman a la lucha por los principios republicanos, una lucha que lidera Rusia, entonces podemos desarrollar las capacidades necesarias para que la humanidad pueda enfrentarse a los peligros reales que nos acechan, como los asteroides y las catástrofes naturales.