A veces, un nuevo diseño es tan innovador que se destruye completamente todo lo que sabemos acerca del objeto original. Tomemos, por ejemplo, la Fliz. Este arco amarillo impar pretende ser un reemplazo para la bicicleta y, aunque tiene las dos ruedas del mismo nombre del original prescinde de casi todo lo demás.
En efecto, la Fliz es una bicicleta «sin-pedales» que utiliza un arnés en lugar de un asiento. Una vez sujetado, el ciclista corre para aumentar la velocidad, entonces se levantan sus pies para deslizarse. La dirección y los frenos son más convencionales pero aún así, utilizar el arco amarillo gigante tiene que ser inusual.
Para entender realmente lo que está pasando, tienes que verlo en acción.