Batalla campal en Namur, en el sur de Bélgica, entre las fuerzas del orden y trabajadores de ArcelorMittal, que están en pie de guerra contra los planes de la empresa de cerrar parte de sus instalaciones y despedir a unas 1.300 personas. Los enfrentamientos han estallado cuando los manifestantes han intentado penetrar en la sede del gobierno regional.

El ejecutivo belga, que dirige Elio di Rupo, se ha movilizado para intentar que el gigante del acero de marcha atrás en sus planes, que justifica alegando que la demanda es insuficiente. Las autoridades regionales anunciaron el viernes que trabajarían para que otra empresa retomara la actividad de las plantas afectadas, pero AcerlorMittal ha dejado claro que no tiene la intención de vender ninguno de sus activos.

La reestructuración de la mayor siderúrgica del mundo supone un nuevo golpe para la industria belga. Hace unos meses, la compañía automovilística Ford anunció que cerrará en 2014 su fábrica de Genk, en Flandes, que da trabajo directo e indirecto a más de 10.000 personas.