Los carburantes volverán a subir a principios del año que viene debido a que se caduca la exención fiscal que hasta el año 2012 tenían los biocombustibles. De esta manera se aplica la subida de los impuestos especiales prometida por Rajoy el pasado 11 de julio, cuando anunció en el Congreso “el ajuste más duro de la democracia”.
Marina Alonso 4.09.2012 Todo empezó porque una directiva de la Unión Europea obligaba a los Estados miembros a incorporar a los carburantes de automoción una proporción de biocombustibles, generalmente alcoholes procedentes del grano, la caña de azúcar o el aceite de palma. De acuerdo con la normativa, en la actualidad el 7% del poder energético del gasóleo debe proceder de esas fuentes, así como el 4,1% de la gasolina.
Traducido a las petroleras, para cumplir con los requisitos exigidos por la Unión Europea, los gasóleos debían incorporar un 9% de biodiesel y las gasolinas un 7% de bioetanol o biometanol.
Esta repentina subida se debe a que en el año 2002, el gobierno de José María Aznar eximió de impuestos a los biocombustibles durante un plano de diez años con el objetivo de incentivar que la industria petrolera incorporase biocarburantes a los combustibles. Diez años después, y ante la situación que atraviesa al país, el Ejecutivo ha terminado con la exención. Se calcula que la subida de enero será de entre 3,5 y 4,5 céntimos por litro.