Si ustedes se acercan a la hora de cierre a un supermercado de cualquier cadena comercial a la zona de contenedores de basura, encontrarán a varias personas que esperan a que depositen en ellos los productos caducados o a punto de caducar.
Es una práctica habitual que aprovechan decenas de necesitados para saciar el hambre de sus familias.Pero si son un poco observadores, comprobarán que a los contenedores de una famosa enseña no se acerca ningún necesitado.
Como en cualquier otro supermercado, tienen que tirar a la basura los productos perecederos que no han conseguido vender.
Sin embargo, y por órdenes de la central, en el momento de tirarlos al contenedor, los rocían con lejía para que nadie los pueda utilizar.
Les prometo que si no estuviese seguro de lo que les digo, no lo haría. Soy cliente de Mercadona casi desde que empezó a operar y en pocas ocasiones he tenido queja de sus servicios.
Pero lo que me comentan algunos de sus empleados roza el esperpento: a la hora de tirar los productos que están a punto de caducar:
bollería, pan, frutas, verduras… (como pueden comprobar, productos de primera necesidad) los sacan de sus envases y los rocían con lejía para dejarlos inservibles.Esta actitud no es consecuencia de que algún empleado descerebrado no soporte ver a los indigentes. No.
Las órdenes vienen “de arriba”.
Son muchos los trabajadores de esta gran empresa que se han quejado de estas prácticas y, ante la falta de poder de decisión de sus directores de tienda, han escrito cartas y correos electrónicos a la sede central para intentar subsanar esta mala práctica.
Las contestaciones (en los pocos casos que han ocurrido) dicen que no quieren dar una mala imagen y que los clientes habituales tengan que encontrarse con multitudes de necesitados a la salida de sus compras.
Ante la petición de llevar la comida sobrante (para que no fuesen a buscarla a los propios contenedores) a organizaciones de beneficencia, la contestación es siempre la misma: “eso nos costaría un dinero: furgoneta, personal de Mercadona…”.
Estoy más que convencido de que cualquier entidad benéfica acudiría muy gustosa con sus propios vehículos a recoger los deshechos de cualquier tienda de Mercadona.
Señor Roig:
Usted ha levantado un imperio casi desde la nada,
¿cómo puede estar tan ciego para no ver esta barbaridad?
¿O es que acaso no le han informado de estas prácticas?
Estoy seguro que una parte de los beneficios de Mercadona se dedican a obras sociales,
¿le parece poca obra social alimentar, casi diariamente, a los necesitados con productos que, si no se remedia, van a ir a parar al vertedero?
¿Usted sabe la publicidad que ello le reportaría?
Si, efectivamente, justo la contraria de la que está consiguiendo ahora.
¿ Dónde puede llegar la ignominia del hombre, que ostenta la cúspide de una gran firma de establecimientos de alimentación?
Debería estar penado, por destruir y envenenar los productos que aun son comestibles y Ud. desecha.
Me avergüenza ser una clienta de dicha entidad, y deberíamos tod@s boicotear sus ventas con el simple hecho de no comprar en su establecimiento.
¿ No le es suficiente, comprar la mercancía en otros países, de vender aceite como español, cuando la materia prima es de Marruecos y otras tantas anomalías éticas, por defender sus intereses?
Nunca creí, que ya sea en Madrid, otra provincia de España, hubiera alguien que fuera tan mezquino como Ud. lo siento por Ud. y su familia, es digno de lástima, no se puede caer más bajo, si fuera un descendiente suyo, evitaría que conocieran que pertenezco a su familia, ya sea de 1º u otro grado de consanguinidad, porque no quisiera bajo ningún concepto que me relacionaran con un » sujeto sin principios y sin alma».
Espero que por el bien suyo, algún día se conciencie, de que obro mal y encuentre el perdón de todos esos mendigos, que se envenenaran con la lejía o no pudieron llenar un rinconcito de su estómago vacío, porque no quiso que ningún necesitado recogiera lo que Ud. tiró sin piedad alguna, todo lo destruyo con la química ¿ Á caso eso no es punible? Hay muchas armas químicas, que están muy cerca de nosotros y la mano del que ejecuta dicha acción, es el de un terrorista que no duda en destruir el alimento de los mendigos
¡ Que Dios le perdone, será difícil, depende de Ud. !
Por cierto a partir de hoy tendrá una clienta menos y divulgare este articulo a todas mis amistades y conocidos.
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😉
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Reblogueó esto en fermin mittilo.
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